Por la profesora Florencia Grosso.
Miembro de Número de la Academia del Instituto Nacional Sanmartiniano de la República Argentina
José de San Martín fue fundador del primer Museo de Arqueología de las naciones independientes de América del Sur. La intención de esta investigación fue establecer la posición del General José de San Martín. Aclaró que sus conocimientos del mundo cultural de su tiempo, adquiridos en lecturas reflexivas, especialmente de viajeros científicos por la América Meridional, afianzaron su admiración por el enorme valor arqueológico de ese país, que era expoliado y sus tesoros arrebatados fuera de su territorio. Su constancia personal ya en el terreno, impulsaron a decretar medidas legislativas, en las que humanismo, la ciencia y el arte, unidos a su declarado americanismo, marcaron su fructífero gobierno.
El patrimonio de una nación es el conjunto de bienes, derechos, cargas y obligaciones que le son propios por historia, emplazamiento geográfico y tradiciones. La palabra patrimonio proviene del derecho romano, significa herencia familiar y en el caso nacional, es la recibida de generaciones, corresponde a todos los ciudadanos y es propiedad pública inalienable. San Martín en su carácter de Protector de la Libertad de Perú, como precursor de la protección del patrimonio arqueológico, histórico y natural de esa nación por su acción por la recuperación, protección y preservación de los mencionados bienes.
El término “tráfico de objetos” se refiere a la sustracción ilegal de bienes materiales patrimoniales y su comercio, que incluye la compraventa del bien y su traslado sin autorización legal. Perú, por su riqueza patrimonial, fue objeto de este activo negocio, impulsado por anticuarios coleccionistas privados y museos extranjeros.
San Martín alentaba el propósito de dignificar y consolidar la identidad de los pueblos peruanos. General victorioso, guardián de su legado, se muestra como un líder que entendió que liberar un país no es solo levantar una bandera, sino proteger su alma.
El 22 de abril de 1822 aparece publicado en la “Gaceta del Gobierno de Lima Independiente” el primer decreto en la legislación de Sudamérica que dice:
Los monumentos que quedan de la antigüedad del Perú, son una propiedad de la nación, porque pertenecen a la gloria que deriva de ellos: las preciosidades de que abundan nuestros minerales, aunque puedan circular libremente en el país y mudar de dominio, el gobierno tiene derecho a prohibir se exportación cuando felizmente ha llegado el tiempo de aplicar a un uso nacional todo lo que nuestro suelo produzca de exquisito en los tres reinos de la naturaleza. Con dolor se ha visto aquí, vender objetos inapreciables donde es conocido su valor, privándolo de la ventaja de poseer lo nuestro. En precaución de esto se ha resuelto:
Se acordado y decreto:
Art 1° Se prohíbe absolutamente la extracción de piedras minerales, tejidos y demás objetos que se encuentre en las huacas sin expresa y especial licencia del gobierno dada con alguna mira de utilidad pública. Ya se anuncia además que se creará un Museo Nacional.
Art 2°El que contraviniere el artículo anterior incurrirá en la pena de perdimiento de la especie, sea mucho o poco su valor, la que se aplicara al Museo Nacional y a más mil pesos de multa aplicados a los fondos destinados a la educación pública. Los Administradores de aduana y comandantes de resguardo quedan encargados de velar la observancia de este decreto de utilidad pública.
El decreto precedente destaca de avanzada la voluntad de San Martín destinada a detener el robo y exportación de bienes arqueológicos del Perú y castigar la falta. Fue el primer gobernador en comprender el perjuicio producido al pueblo al arrebatarle con ellos no solo el oro y plata, sino su conciencia identitaria. Su decreto adquiere un criterio proteccionista, hoy unánimemente establecido. El Concepto de Patrimonio ha evolucionado con el tiempo, en un proceso de interacción e independencia entre las naciones, en resguardo de intereses comunes, estableciendo un diálogo de cooperación global, del cual la UNESCO es un ejemplo preponderante.
Según términos del precedente decreto fundacional del Museo Nacional de Lima, hoy la Arqueología, Antropología e Historia del Perú, uno de los más importantes de América hispana, expedido en un temprano año 1822, decimos que el General José de San Martín. El Libertador y Protector del Perú, es el precursor de la protección, preservación y puesta en valor de los bienes patrimoniales arqueológicos y naturales de esa nación y por extensión de toda la América del Sur, pues no existe una medida similar antes de la suya en este continente.
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